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Seguir comprandoSon localidades reconocidas por el gobierno de México por conservar su historia, cultura, tradiciones y belleza natural. Un Pueblo Mágico es una forma de descubrir parte de la riqueza del país a través de su gente, gastronomía, arquitectura, paisajes y sus artesanías. Cada pueblo ofrece una experiencia única.
En el Estado de Oaxaca, oficialmente existen seis Pueblos Mágicos:
En nuestro último viaje a las maravillosas tierras oaxaqueñas, visitamos cinco pueblos llenos de historia y tradición. Dos de ellos cuentan con el nombramiento de Pueblo Mágico, y aunque los otros tres no tienen ese reconocimiento oficial, destacan por su riqueza artesanal. De estos tres lugares trajimos textiles únicos y hermosas piezas de barro negro.
A continuación, les compartimos algunas fotos y las maravillas que descubrimos en estos tres pueblos.
A cuarenta minutos de la ciudad de Oaxaca encontramos Santo Tomás Jalieza, un pequeño y apacible pueblo zapoteca que, a través del telar de cintura, ha conservado una técnica ancestral transmitida de generación en generación.
Es reconocido por su producción artesanal de textiles, especialmente fundas de cojín, caminos de mesa, bolsas, manteles de mesa, tortilleros, cinturones, pulseras y muñequitas. En el mercado central del pueblo, las mujeres venden sus creaciones y hacen demostraciones de cómo se trabaja el telar. Con su talento, transforman hilos de algodón en finos diseños geométricos y motivos tradicionales Zapotecas.
Su ambiente sereno, los paisajes entre montañas que nos hacen sentir pequeños y su sentido de comunidad hacen de este lugar una joya cultural. .
A 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca se encuentra Teotitlán del Valle, uno de los pueblos más antiguos del estado, reconocido por sus tapetes de lana tejidos en grandes telares de madera con pedal. Esta comunidad zapoteca mantiene viva una tradición que data de hace más de 500 años.
Los diseños van desde motivos prehispánicos zapotecos hasta interpretaciones modernas del arte universal. Se Utiliza lana de borrego hilada a mano y teñida con pigmentos naturales como la grana cochinilla (rojos y rosas), el añil (azules), y extractos de cáscara de nogal, pericón, musgo y flor de cempasúchil (verdes, ocres y amarillos).
Teotitlán del Valle no es un Pueblo Mágico, pero su tradición textil y el entorno natural que lo rodea lo convierten en un destino imperdible.
A veinte minutos al sur de la Capital de Oaxaca se encuentra San Bartolo Coyotepec, un pueblo zapoteca de alfareros que honran el barro negro y moldean piezas con siglos de historia y una técnica única que distingue a este pequeño lugar en el mundo entero.
La comunidad extrae el barro de los cerros cercanos, lo modela con torno de pie y lo cuece en hornos de leña enterrados. A principios del siglo XX, Rosa Real descubrió que puliendo las piezas antes de cocerlas se logra ese acabo brillante y metálico que hoy hace famoso al barro negro oaxaqueño.
Algunas de las figuras que destacan en su trabajo son calaveras, cántaros, cruces, jaguares, floreros y joyería; todo hecho con barro y fuego.
San Bartolo Coyotepec es más que un destino: el barro es una conexión con sus ancestros, su identidad, su arte y su resistencia cultural.
Si te gusta la artesania de estos lugares, tenemos
Si después de conocer un poco de la magia de estos tres pueblos te has quedado con ganas de llevarte un pedacito de su arte, te invitamos a visitar nuestra tienda. Encontrarás las artesanías, textiles y piezas de barro negro que hemos traído directamente de estos pueblos, elaboradas por manos artesanas indígenas.